El impacto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación posibilitó el acceso irrestricto y descontrolado a un universo variado de información con escasos filtros que, encontró a los docentes y a las escuelas sin la preparación suficiente para transformarla en aliada estratégica en el proceso de enseñanza- aprendizaje.
El desarrollo impresionante de las tecnologías de la información provoca la necesidad de evitar que se produzca aquello tan temido por Hanna Arendt: la separación definitiva entre conocimiento y pensamiento.
Atendiendo a lo anterior se hace necesaria una formación sistemática sobre las NTIC y sus articulaciones con los distintos campos del saber; en la misma dirección se considera de fundamental importancia que el equipamiento de las escuelas se lleve a cabo con el mayor criterio de equidad posible de modo que los nuevos equipamientos no queden monopolizados por los grandes centros urbanos como ocurre siempre.
Las nuevas tecnologías hacen su presencia cada vez más extensiva entre los jóvenes y los educadores asisten a este proceso como meros espectadores, pasivos o superados por la habilidad que demuestran los alumnos en el manejo cotidiano y natural sobre las TICs. Este proceso debe ser visto como una verdadera oportunidad para renovar las prácticas, colocándose en el lugar del educando y aprender con nuestros alumnos ya que es un proceso de retroalimentación mutuamente beneficioso.
Se incluyen así las ventajas en el proceso de enseñanza aprendizaje como un anclaje o elemento reforzador de los saberes impartidos desde el aula, potenciando además nuestra práctica áulica con una innumerable gama de opciones didácticas al alcance de un doble click, y que nos movilizará hacia una renovación profesional más profunda.
Según Basil Berstein para que el currículum académico sea efectivamente adquirid por el alumno, es preciso que haya dos lugres de adquisición, la escuela y el hogar. Así pues, los currículos no pueden adquirirse en su totalidad exclusivamente por el tiempo pasado en la escuela (…) ese libro de texto necesita un contexto pedagógico en el hogar.
Tanto los gobiernos, como los medios masivos de comunicación, el empresariado y las familias deben colaborar con la escuela, no solamente para cubrir sus necesidades o carencias, sino para rejerarquizar su rol en la sociedad.
La realidad no está en absoluto desasociada o aislada del entorno social quela rodea y penetra, los niveles de retención- deserción, escolaridad superior y nivel de conocimientos alcanzados tiene su relación directa con los altos índices de pobreza, marginación y violencia existentes en la región. El micromundo del aula no puede aislarse de su entorno, los alumnos están inmersos en una trama social colmada de egoísmo, incertidumbre, y rivalidad, provienen de familias fragmentadas, están vinculados directa o indirectamente con situaciones de violencia; están expuestos a las presiones de un consumismo desenfrenado, sustentado por valores mercantilistas y hedonistas, pregonado además de desde los medios masivos de comunicación. Pero la escuela como institución contenedora y el docente como agente transmisor de valores y conocimientos, representan la única oportunidad para escapar de la pobreza, del hambre, la marginación y la violencia con la conviven día a día.
Frente a esta cruda realidad el lugar que ocupan las nuevas tecnologías vinculadas a la educación, más que poderosas aliadas y, herramientas de trabajo novedosas, ases que nos ayuden a ganar esta difícil partida.
(Sánchez, Diego Abel. El impacto de las TICs en la educación. Desafíos sobre el rol de la escuela en la alfabetización digital)
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