martes, 2 de noviembre de 2010

LA TECNOLOGIA Y LA ESCUELA( Bereiter, Litwin, Perkins,Tishman)

     El desarrollo actual de la tecnología redefine las tareas intelectuales de la escuela. Es importante recordar que mientras se espera recibir una computadora, que permitirá el aprendizaje del manejo de la tecnología, se desvalorizan los conocimientos adquiridos en las prácticas cotidianas y se subestima a los docentes y los alumnos en relación con el actuar tecnológico.
     Una escuela donde se desarrolle el pensamiento critico y creativo reconocerá que los verdaderos problemas de conocimiento no se solucionarán descontextualizados de las prácticas cotidianas.es necesario entonces, reconocer en la escuelas problemas reales que no suelen tener respuestas unívocas o fácilmente predecibles e implican en la mayoría de los casos, verdaderos desafíos cognitivos. La tecnología puede resolver muchas cuestiones respecto del conocimiento pero, no se trata de que los últimos desarrollos resuelvan estas cuestiones. En todo caso, el desafío de la escuela tiene que ver con la elección de las prácticas que rompan los ritos y den cuenta del compromiso que asume cotidianamente el docente a fin de que el alumno aprendan el contemporáneo mundo, comprometidos en la recuperación de una enseñanza solidara en los difíciles contextos de la práctica cotidiana.

LA TECNOLOGÍA Y LA ENSEÑANZA

     Durante décadas se atribuyó a la tecnología diferentes funciones aun cuando una de las prevalecientes tuvo relación con el aprender.
En los diferentes niveles del sistema educativo, los docentes se preguntan acerca de la enseñanza que genere comprensión genuina, comprensión que les permita trascender dicho campo. Estas preguntas recibieron diferentes respuestas, entre ellas que a la tecnología educativa se le asigno un papel diferente.

VOLVER A PENSAR LAS PROPUESTAS PARA EL AULA

  Reconocer nuevas propuestas para el aula presenta siempre el desafío por generar experiencias que atraigan a los estudiantes.
     Hoy las propuestas sostienen la posibilidad de crear una escuela reflexiva, un aula pensante, esto es, una escuela que busque generar inteligencia. Si pensamos en la innovación para el aula y nos proponemos recuperar los modos de pensar inteligente, creativos y profundos, podremos reconocer distintos modos de enseñanza en donde las innovaciones tengan sentido.
     Una primera aproximación implicaría demostrar al estudiante cómo se resuelve un problema también, se podría focalizar el trabajo mostrando los problemas que surgen en las resoluciones de la tarea. En todos los casos los docentes deberán proveer de apoyos o tecnologías para ayudar a los alumnos a que logren buenas resoluciones.
     Se trata de generar conocimientos escolares que originen cuestionamientos, interrogantes o desplieguen acciones de sentido por parte de los estudiantes.

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